- Al pequeño Gran Hombre, unas líneas:
En el sitio donde conjugan mis deseos, corono mi confidencia:conserva el aire tu polen, fecunda en mí la tierna perversa.Retengo miradas, congelo sonidos mas no logro encontrarnos.
En el sitio donde conjugan los hechos, corono mi confidencia:en mis recuerdos tu aura, en las paredes tu sombra.Vestigios de una primavera con tu nombre,y en mi jardín, una flor que sangra pero no se deja morir.
En el sitio donde conjugan los pecados, corono mi confidencia: Busco la calma, la paz, para llamar a tu puertay con ojos llenos de emoción vital, pueda pedirte que regreses"todo está bien, nada ha cambiado... ¡la cena está servida y se enfría!"
En el sitio donde reside el amor virgen, corono mi confidencia:todo aquí es de cristal, siempre podrás beberme en copas y tomar lo que es mío y sin recompensas ni premios te vayas volviendo así más fuerte, pequeño Gran Hombre...
esto lo escribí hace un tiempo (hablamos de dos meses atrás apróximadamente), para el cumpleaños número 28 de alguien... y ese alguien ya no sabe de mi, ni yo sé más de él. Ese alguien fue todo para mi, y hoy ya no es nadie. ¿No es patético?
Y extrañar... cuando no se sabe bien que se extraña, porque no hay mucho para extrañar tampoco.
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